Ana Maria Shua

Me pregunto dónde estarán los médicos en esta institución. Yo todavía no vi a ninguno. Lo peor es que ninguno me vio a mí; que soy el enfermo.'
Un hombre se interna en un hospital público a causa de una difusa dolencia que lo aqueja hace tiempo. No imagina que no le será fácil salir de allí. Una delirante maraña burocrática lo rodea y lo va atrapando poco a poco.
Con infinita paciencia; el internado se somete a una serie interminable de estudios de cuyo resultado nunca se entera. En una loca espiral; que parece obedecer a leyes propias e inescrutables; se suceden las situaciones más absurdas. Para un electrocardiograma de esfuerzo lo obligan a rasquetear la oficina del director. La jefa de enfermeras realiza violentas requisas en las habitaciones en busca de bombones de licor y otras sustancias prohibidas. El chofer de la ambulancia le pide ayuda para cumplir con el reparto de prepizzas.
Nadie se atreve a confesarle qué órgano le sacaron en una misteriosa operación quirúrgica.… (mer)

After being thrown off by a printing error, being out of town, etc, I finally got my library's other copy of this book and was able to finish it. Section 5 Literature was completely missing from the first copy, and I enjoyed that section quite a lot.

I tagged this poetry, but really it is flash fiction. Many are very flash to the point of almost being poetry. A story in 4 lines type thing--others are over a page. This is a very quick read and hard to rate, as the topics are all over the place and the stories tend to follow a pattern of an odd twist at the end.

These would actually be great for a creative writing class to read and discuss one a week or one a day, as these are certainly a different way to tell a story. So much can be said in 4 lines, if cultural knowledge is assumed and used to let the reader interpret the rest.… (mer)

La minificción es muy difícil, en realidad. No porque sea difícil de escribir, sino que, al ser tan breve y tan fugaz, es complejo que su escritura no se reduzca a un golpe de suerte, a un pensamiento ingenioso sin más chiste que el chiste fácil. Las minificciones deben ser tan precisas, tienen tanto margen de error, que es casi una certeza matemática que no todas darán en el blanco. Este libro de Ana María Shua es prueba de ello: muchos de sus textos no dan en el blanco, sin embargo su prosa es siempre prolija, siempre entretenida, y los que sí logran darte un golpe en la mandíbula te mandan directo a la lona. Un buen libro para pasar una tarde tranquila, o para irlo leyendo a sorbos pequeños (los más pequeños posibles).… (mer)