Juan Bolea

Como novela policíaca, no vale un duro. Hay dos asesinatos, uno entre la alta burguesía cántabra y otro en la isla de Pascua. En ambos escenarios los personajes fundamentales son los mismos. En ambos hay un asesino aparente, pero no se ve para nada la relación entre los dos escenarios. Las relación entre los asesinatos se la sacará de la manga la inspectora supuestamente protagonista, que tampoco se entiende qué pinta en ninguno de los dos sitios (porque no le corresponde investigar ninguno de los dos casos: simplemente está ahí por casualidad, o casi). Solo su discurso final da alguna explicación a los crímenes, que naturalmente está interconectados, pero antes el autor no se ha molestado en dar al lector pista alguna.

En realidad, más que una novela policíaca esta es una novela costumbrista, sobre las andanzas de una familia de magnates. La mayor parte del tiempo se nos describe lo que hacen sin que tenga tensión alguna. Uno tiende a pensar que, hacia mediados del libro, el autor se ha acordado de que tiene que meter algún crimen, y mete el primer asesinato. El segundo es ya hacia el final y no acabo de ver por qué se ha cometido precisamente en la isla de Pascua y no en, pongamos, Bilbao. Ni qué pintan aquí los mitos pascuenses, como el de los hombres pájaro, ni dónde está la melancolía. En fin...… (mer)

Bella y enigmática, la joven abogada Eloisa Ángel es una auténtica femme fatale de inteligencia prodigiosa fascinada por los asesinos en serie, sobre los que está escribiendo un libro. Para ello, contacta con una periodista, un abogado y un político que, al borde de la vejez, está a punto de convertirse en alcalde de Zaragoza. De todo se vale y a todos, atraídos por su sensualidad y turbio pasado, manipula.
Una mañana de primavera, la ciudad se despierta con la noticia del brutal asesinato de Eloisa. La posterior investigación pondrá al descubierto las miserias humanas y también las pasiones desatadas bajo la aparente tranquilidad de la vida en una capital de provincias.… (mer)

En su primera noche de guardia, un guardia de seguridad del Palacio de Caballería, que actualmente presenta una exposición sobre sacrificios humanos, es asesinado atrozmente. El parecido con las escenas de los antiguos sacrificios aztecas es espeluznante. El arma homicida parece ser uno de los viejos cuchillos de obsidiana que se exhiben. La policía atribuye el salvaje asesinato a un criminal perseguido por otros homicidios recientes, que también involucran mutilaciones bárbaras. Sin embargo, la investigadora Martina de Santo cambia de rumbo y elige una línea de investigación que la lleva a un lugar muy distinto.… (mer)