París, años 60. En el café Condé se reúnen poetas malditos, futuros situacionistas y estudiantes fascinados por la bohemia parisina. Y aunque la nostalgia de aquellos años perdidos parecería ser el tema central de la novela, Modiano le da un giro sorprendente. Porque ésta es también una novela de misterio. Todos los personajes, todas las historias, confluyen en la enigmática Louki. Cuatro hombres nos cuentan sus encuentros y desencuentros con la hija de una trabajadora del Moulin-Rouge. Algunos la buscan, otros la aman, y para casi todos ellos la chica encarna el inalcanzable objeto del deseo.

Tengo la sensación de que uno hubiera disfrutado más de este libro si conociera bien París o si hubiese leído ya otras obras del mismo autor. Hay muchas calles y muchos lugares que no son mero decorado, sino parte de las razones por las que los actúan los personajes, y eso se me escapa.

Bueno, el caso es que todo gira en torno a una joven, llamada Louki, a la que vemos por primera vez en un café o tasca rodeada de personajes misteriosos que no se sabe bien por qué están allí y de los que apenas se nos dice más que el nombre, o mejor el apodo por el que son conocidos. Poco a poco Modiano nos va dando más detalles sobre Louki y su vida, empezando por su verdadero nombre, desde el punto de vista de un personaje distinto cada capítulo, incluyendo a la propia protagonista. El autor lo envuelve todo en un halo misterioso, donde se nos dice tanto como se nos oculta. Como digo, las calles y plazas tienen significados que el lector (al menos yo) no alcanza a entender, y tampoco el papel exacto de personajes que parecen importantes (una amiga que conoce de casualidad, una especie de gurú entre espiritual y psicólogo alternativo) pero de los que se nos dan muy pocos datos y estos confusos. El caso es que Louki parece pasar su vida huyendo de sí misma para acabar siempre en las mismas calles. Todo parece estar envuelto en un halo de tristeza, incluso cuando ese escenario urbano del que la protagonista huye ya ha desaparecido víctima del progreso.

Con todo, este libro me ha gustado. Entiendo que el autor no quiere ofrecer una historia lineal ni dar toda la información. Cada lector rellenará los huecos a su manera. Y el estilo misterioso y lleno de alusiones no me irrita, como otras veces, sino que creo que encaja bien con el mundo que se retrata, donde nadie sabe el verdadero nombre de nadie ni tampoco prácticamente ninguna circunstacia de los demás. ( )

Edl, Elisabeth(trsl)

Una lectura calmada de Modiano en busca del tiempo perdido con un final casi anunciado en toda su extensión. ( )

Quasi una novel:la de detectius, a travès del diferents personatges anem coneixen la vida d'una noia que freqüenta el cafè Condé, prop de la Place d'Odeon. Com sempre trobem personatges solitaris, desarrelats , melancòlics, torturats i l'ambient de Paris:els seus cafès, els seus passatges i carrers, itineraris a peu i en metro. Frases curtes i contundents que et fan viure les situacions com si hi fossis present. M'agrada aquest autor, definitivament. ( )