Uno de los más claros intentos de Salgari de demostrar que también sabía escribir buenas novelas históricas, y que era capaz de aunar rigor con amenidad, el respeto por los hechos del pasado con el ineludible ritmo narrativo que debe tener todo relato de ficción. Escrita por Salgari tres años antes de su muerte, la novela está ambientada en los tiempos de la Tercera Guerra Púnica, entre los años 149 y 146 a. de C., cuando Roma, harta de su enemiga, decide destruir para siempre la ciudad de Cartago.